Marc Guasch rodea el desierto de sal en el Top 20

Con un inicio de altura, a 3.500 metros de altitud, hoy los pilotos de Gas Gas se han enfrentado a todo tipo de superficies. Caminos arenosos, pistas de tierra y suelos pedregosos en una travesía con la sal como protagonista y con testigos de excepción como el volcán de Tunupa, situado a 5.300 metros de altitud.

Con ese telón blanco de fondo, Marc Guasch acabó 17º en un recorrido en el que las motocicletas y quads de este Dakar rodearon la laguna salada más grande del mundo. “Podía seguir el ritmo de los de delante pero en las rectas me recuperaban posiciones. Hay grandes diferencias en las velocidades punta del resto de motos y la nuestra” , cuenta el ambicioso piloto de la Garriga, que parece haberse abonado al número de su dorsal, el 27, el escalón que sigue ocupando en la general.

Un magnífico resultado que avala su trayectoria en este rally, claramente de menos a más, y demuestra su sintonía al manillar de la Gas Gas EC 450 Raid. “La moto está funcionando muy bien y he aguantado las dos etapas sin inconvenientes. Cada vez estoy más seguro y más suelto, con lo que me veo capacitado para apretar en las zonas reviradas”.

La progresión de Oliveras

Por su parte, Dani Oliveras ha firmado un 34º lugar que le permite seguir entre los 35 mejores de un Dakar que está siendo muy duro. “Ayer fue una etapa con unas pistas rápidas, con gran cantidad de aficionados que se dejaban notar. Sin embargo, el hecho de empezar la especial a 4.000 metros hizo que estuviera medio mareado”. El joven piloto lo solventó respirando hondo y tomándose las cosas con tranquilidad. “La cuestión era hacer los esfuerzos mínimos y conducir fino para adaptarse al factor altura. Tanto Marc como yo hicimos una buena etapa”.

Hoy tocaba otra dosis de prudencia. “Nos esperaba una etapa a 4.000 metros de altura todo el rato”, cuenta el piloto de la marca española. “Habían cambios de ritmo, unos más lentos y otros más rápidos. Así que debíamos mantener la calma para no hacer esfuerzos innecesarios porque la falta de oxígeno hace que puedas ir a peor”. Ante la adversidad, Oliveras ha tirado de recursos como un veterano. “Hemos tenido un pequeño problema con un cruce en la luz de freno que hacía que la moto se parara en cuanto frenaba. Lo hemos solucionado y he podido continuar”. Incluso el talón de Aquiles de otras etapas, parece superado “No me he saltado ningún waypoint. Ese es el objetivo, no saltarse ninguno y aprender día a día. Nos esperan cinco días bastante duros y lo importante es estar aquí”.

Dani tiene muy cerca la posibilidad de ocupar el tercer lugar en la clasificación de mejor debutante del Dakar; está sólo a 17 minutos de alcanzar al tercero…

La carrera descansa hoy en Calama, al norte de Chile, con la intención de reponer fuerzas para la novena etapa. Mañana los motoristas se medirán a las dunas del desierto de Atacama, escenario donde los competidores disputarán varias etapas, antes de afrontar el último tramo del rally.

MARC GUASCH, piloto Gas Gas, #27

«Podía seguir el ritmo de los de delante pero en las rectas me recuperan posiciones. Hay grandes diferencias en las velocidades punta del resto de motos y la nuestra. De todas formas, la moto está funcionando muy bien y he aguantado las dos etapas sin inconvenientes. Cada vez estoy más seguro y más suelto, con lo que me veo capacitado para apretar en las zonas reviradas».

DANI OLIVERAS, piloto Gas Gas, #45

«Ayer fue una etapa con unas pistas rápidas, muy bonitas y con gran cantidad de aficionados que se dejaban notar. Sin embargo, el hecho de empezar a 4.000 metros la especial hizo que estuviera medio mareado aunque lo solventé bien inspirando hondo y tomando oxígeno. La cuestión era hacer los esfuerzos mínimos y conducir fino para adaptarse al factor altura. Tanto Marc como yo hicimos una buena etapa, luchando juntos y acabamos bien. Era una etapa maratón y teníamos que conservar. Hoy nos esperaba una etapa en la que estábamos a 4.000 metros de altura todo el rato, bordeando el lago salado. Habían cambios de ritmo, unos más lentos y otros más rápidos. Debíamos mantener la calma para no hacer esfuerzos innecesarios ya que, con falta de oxígeno, hace que puedas ir a peor. Al final nos hemos encontrado bien. Sólo hemos tenido un pequeño problema con un cruce en la luz de freno que hacía que la moto se parara en cuanto frenaba. Lo hemos solucionado y he podido continuar. Creo que he hecho una buena etapa y no me he saltado ningún waypoint. Ese es el objetivo, no saltarse ninguno y aprender día a día. Nos esperan cinco días bastante duros y lo importante es estar aquí.»