La Columna de Fili: Victor Palomo.

Víctor Palomo nació en Barcelona en 1949, y como todos los nacidos en la ribera del Mediterráneo, desde pequeño le atrajeron los deportes náuticos, en especial el ski acuático.Pronto se sabía que sería una figura en el ski acuático, ya que desde pequeño empezó a acaparar premios y trofeos que culminaron con el campeonato de Europa en 1967 y el mundial en 1968, ambos en la categoría de slalom.

Pero Víctor quería más… Ya había acabado la carrera de derecho, y como siempre dijo, «jamás me sentaré tras una mesa a trabajar» y en 1971, se preparó para el campeonato del mundo de saltos de ski acuático que se celebraba en casa, en el Lago de Bañolas, y comenzaron sus desgracias físicas. Sus rodillas y vértebras no resistieron el impacto de los golpes al caer al agua, y tuvo que dejarlo aún con el convencimiento de que iba a ganarlo.

La velocidad era su pasión, practicó diversos deportes, variopintos algunos pero todos con el mismo denominador común LA VELOCIDAD. Entre ellos está el motocross, bobsleigh, rallies, hockey hielo (para quien nunca haya visto y menos jugado un partido de hockey hielo, le diré que es el deporte de equipo más veloz que existe, yo lo he hecho y lo sé por experiencia) y el que le llevaría de nuevo a la gloria deportiva, las motos de velocidad… aunque en principio, fue el motocross la especialidad escogida.
Debido a su amistad con la familia Giró (ossa) le prepararon una moto para competir, pero los saltos volvieron a gastarle una mala jugada a sus maltrechas vértebras, y fue entonces cuando decidió que se pasaría a la velocidad.

Para comenzar se fue a Inglaterra, donde la familia Giró le puso en contacto con Barry Sheene, (vaya, todo es como un círculo). Lo primero que le preguntó Barry a Víctor fue: «¿Tienes dinero para comprarte una Yamaha?», no?, entonces Sheene le ayudó aún más, dile ahora a un piloto que ayude a otro a buscar una moto, o que se la regale, como hizo Barry con la bultaco TSS que tenía en su garaje. Barry se tuvo que ir a la presentación del equipo SUZUKI TEXACO HERON y le dejó a Víctor Palomo solo en su casa y la TSS con el cigüeñal partido. La reparó, no sin antes tener que pedirle a Don Paco Bultó un cigüeñal que le envió por avión. La TSS estaba lista de motor, suspensiones, pero no pudo correr ya que el día antes no encontró la rueda (bueno sí una destrozada) que no llegó a repararla. Entonces recordó lo que Barry, le dijo nada más conocerle: «¿Tienes dinero para comprarte una Yamaha?» y Víctor se lo tomó al pié de la letra, se fue a por una Yamaha. Sus contactos le llevaron a Francia, allí amigos de su época de ski acuático le pusieron en contacto con SONAUTO, el importador francés, y encargó una 250TD3.

Desde entonces su vida se asemeja más a la de un hippie que va mendigando inscripciones, motos (aún no le habían dado la yamaha) como le pasó en Madrid, que rompió su 125 y pidió prestada una moto para correr en 250. Bordons le prestó su Bultaco TSS 125, pero solo cuando éste terminara la carrera de 125 y Víctor iba a correr en 250 con la diferencia de motor y potencia que eso traía consigo. Sabía que quedaría el último, pero rodó más rápido que Bordons en la carrera de 125 que acababa de ganar, ALUCINANTE, ¿Qué habría hecho Palomo si hubiera competido con esa moto en 125? Seguramente ganar de calle.

En su debut con la Yamaha, ganó la carrera de Estoril en 1972 a Angel Nieto (que rompió la derbi) y le pagaron 30.000 pesetas, una fortuna para ser el ’72, y las aprovechó para irse a Inglaterra a correr una carrera contra Sheene, Read y la flor y nata de los pilotos británicos. Queda sexto, y le empiezan a llover ofertas para pilotar motos, como por ejemplo las norton de superbike en el Paul Ricard, donde hace la pole, aunque en carrera se cayó. Debuta en las 24 h de Montjuich del 72, para preparar en mundial que se celebraría en el mismo circuito en unos meses, solo para conocer el circuito, y queda séptimo. Un novato en carreras de resistencia y mojando la oreja a pilotos consagrados.

El mundial del 73 es el primero que haría completo, se compró una furgoneta e iba circuito por circuito, buscando una oportunidad. No tenía palmarés, y era muy difícil entrar en una carrera sin un resultado que le avalase. En algunos circuitos, el apoyo de Nieto le abría puertas, pero en otros no podía y así hasta Hockenheim donde fue la sombra del director de carrera hasta que este cansado de tener a Palomo como una mosca cojonera, accedió a darle el pase para poder correr los entrenos e intentarse clasificarse. ANtes si no te clasificabas, no corrías, era una forma menos «mercantil» de entender las motos, no como ahora. Y no se arrepintió, Víctor quedó 9º en 250 y 2º en 350 su primer podio. A partir de entonces, no tuvo que volver a mendigar una inscripción.


Pero qué sería de un grande sin grandes accidentes por medio, Sheene, Hailwood, Agostini, Nieto, Tormo, Herrero, todos han sufrido alguna vez un gran accidente, y Víctor Palomo no iba a ser menos, y aunque conocía el dolor por los sufridos en ski acuático, el asfalto está duro.
Su primer accidente serio tuvo lugar en Monza en la carrera donde Pasolini perdió la vida, Palomo estuvo involucrado en el accidente e incluso al llegar las asistencias creían que había corrido peor suerte, aunque solo se saldó con una mano rota. En 1974, en Motjuich, tras una tremenda carrera con al Alemán Braun, y creyendo que sólo había quedado segundo, gana su primera carrera en un mundial, accede por méritos propios al selecto club de los cuatro, ya que hasta entonces, solo Cañellas, Nieto y Herrero habían ganado una prueba del mundial. Pero seguía sin encontrar ayuda económica para disputar el mundial con garantías.
En esto la FIM crea el «oficioso» mundial de 750.

Corría el año 1976, y ya con el creado Cto. FIM 750, a Víctor Palomo le ofrecen correr para la escudería de Ferry Swaep, todo va bien, se encuentra clasificado entre los tres primeros con opción a ganar el título, pero llegan un cúmulo de acontecimientos que podríamos denominarlos Kafkianos que desembocan en algo digno de una película de los Hermanos Marx… En Nurburgring, tras una montonera entre varios pilotos, la estribera de Palomo impactó contra el tobillo de Patrick Pons fracturándolo. El jefe de su equipo, en una acción aún sin explicar, dejó a Víctor compuesto y sin moto… y con el mundial en el aire. Extremo que no pasó desapercibido para el equipo Sonauto-Gauloises, que le ofrecen las motos de Patrick Pons para finalizar el campeonato. La última carrera en Hockenhein, solo debía mantener a raya a Nixon, cosa que hizo gracias al apoyo de Sonauto-Gauloises y la pizarra. Por fin estaba en un equipo puntero y con medios… Y era campeón.

Pero parece que el título le trajo mala suerte, para el siguiente año tenía apoyo de la RFME, tenía patrocinadores, Sonauto le puso tres yamahas semioficiales para 250-350 y 750, pero una sucesión de caídas en Daytona, Pau Ricard y Dijon, le pusieron el cartel de problemático y su patrocinador le abandonó. No podía seguir en los dos mundiales y se dedicó al de 750 con carreras aisladas del otro, pero en Assen en 750, volvió a caerse fracturándose un pié y tuvo que decir adiós a la temporada. Todo parecía que no podría ir a peor, pero no era así, en las 24 horas de Montjuich de 1979, haciendo pareja con Carlos Morante no pudo esquivar a un piloto que iba sin luces y averiado en la zona muerta de un cambio de rasante. El impacto fue brutal, con el resultado de múltiples fracturas en sus piernas, se llegó a pensar que la perdería, dejándole con una ostensible cojera. Intentó volver a la competición pero ni su cuerpo ni el dinero se lo permitieron.


Su bagaje, para los escépticos, 34 GG.PP. 1 victoria, 4 segundos, 3 terceros, 8 podiums y 1 vuelta rápida. Esto entre 250-350 y 500.

Víctor Palomo se fue a su casa en Ibiza, y falleció por un coma diabético en Gerona el 11 de febrero de 1985.

Al igual que Santiago Herrero, no hay curvas en su honor en los circuitos españoles, ni homenajes, ni menciones (bueno, le dieron la medalla al mérito deportivo en 1982), pero nada más…

Para los que le vimos correr, siempre quedará en la memoria el estilo sutil y trazadas de tiralineas qcon las que Víctor pasaba las curvas.

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