El MX Des Nations 09 desde dentro, by Buds.

Cada día tengo más claro que el MX es una de esas cosas por las que vale la pena vivir, por las que vale la pena hacer todos los kilómetros que haga falta, pasar todo el calor del mundo y acabar con los pies destrozados después de patear un circuito cientos de veces para seguir buscando la mejor curva.

Este fin de semana hemos pasado horas metidos en una de esas latas terroríficas que ahora llaman vuelo low cost. Hemos pasado horas peleándonos con el gps intentando encontrar un hotel perdido. Nos hemos peleado con empleados aeroportuarios de todo tipo por una simple maleta. Este fin de semana me he llegado a bajar del coche en un peaje de autopista para insultar gravemente a una cajera de autopista (que por cierto estaba realmente buena) porque casi nos hace perder el vuelo de vuelta (¿cómo coño se explica en italiano que no teníamos ticket de autopista por que la maquinita de los cojones estaba rota?). Hemos dormido poco, y hemos madrugado mucho. Todo para poder formar parte de uno de los espectáculos con mayúsculas más grandes que el ser humano pueda conocer.

El MX de las Naciones es una carrera muy grande. Y no se trata de hacer una valoración de la calidad de las carreras, de si los equipos que iban este año eran del máximo nivel o no… se trata de darte cuenta, una vez que estas en el circuito, de que el ambiente de un MX des Nations es algo que difícilmente se puede contar con palabras. Hay cosas especiales en la vida. Esta carrera es una de ellas.

Este fin de semana he estado al lado de Roger de Coster mientras mirábamos las pantallas de tiempo. Hemos saludado a Harry Everts mientras iba cojeando por el paddock. Hemos sido casi atropellados por Pit Beirer en un quad mientras mantenía su sonrisa de siempre, aquella que llevaba debajo del casco cuando reventaba los peraltes de Talavera. Este fin de semana he estado al lado de un hombre roto pero que sigue siendo más grande que los mayores sueños de muchos de los hombres pequeños que pueblan el mundo: Danny Maggo Chandler estaba allí, recibiendo el cariño de todos aquellos que un día, hace mucho tiempo, soñábamos en ser como él. Este fin de semana hemos visto en las carreras a David Avilés.

El ambiente, el aire que se respira en un MX de las Naciones es absolutamente excepcional. Es simplemente único. Ver miles de caras de asombro, banderas congeladas en el aire, y sentir el silencio absoluto cuando las esperanzas de decenas de miles de tifossi quedaban destruidas con la brutal caída de Tony Cairoli. Ver el dolor en los ojos de Gautier Paulin mientras lo retiraban el camilla y Francia perdía una carrera que podía haber sido suya. Ver la mirada envenenada del teóricamente impasible Chad Reed remontando como un loco después de pegarle una bronca de susto al tío con el que se engancho en la primera curva de la última manga. Todo lo que rodea a la carrera, todo lo que pasa en pista. Todo en un MX des Nations es excepcional.

El equipo americano ha vuelto a ganar un Nations. El viernes, pocos pensaban que los americanos lo iban a volver a hacer. En la parrilla de la tercera y última manga del domingo prácticamente nadie daba un duro por ellos. Independientemente de los resultados, y de la situación por puntos de la carrera, en pista, los americanos no habían hecho nada que realmente les avalase como la teóricamente mayor potencia mundial del mundo del MX. Bueno si, quizá habían hecho dos cosas. La primera, no cometer demasiados errores, y los cometidos (especialmente por el jovencísimo Jake Weimer), subsanarlos con aceptables puestos finales. La segunda, creer en ellos mismos y en su EQUIPO más que nadie en el mundo. Antes de comenzar esa última manga, solo se notaba un ambiente de absoluta confianza en dos equipos: el italiano, dispuesto a arrasar con dos pilotos que estaban haciendo un fin de semana extraordinario, y dispuestos a que lo de la mala suerte de Guarneri quedase en una anécdota, y el americano. En el camión de Honda en el que se trabajaba en la moto de Tedesco, y en el que se reunían antes de cada manga los tres pilotos, se respiraba más tranquilidad de lo que hubiese sido normal. Jake Weimer le comentaba a Tedesco con gestos exagerados algunas cosas sobre la pista, y Dungey se mantenía como en un estado de trance y absoluta concentración. A todo el equipo, mecanicos, manager, pilotos, familias, gente de seguridad… todos, en su fuero interno estaban convencidos de que iban a ganar. Posiblemente por que no entienden otra forma de ver la vida.

El team USA es el equipo que mas veces ha vencido esta carrera. Hace ya unos años, en los gloriosos años de formación del deporte del MX, en los años 70, las estrellas europeas del motocross comenzaron a hacer viajes a los USA para enseñar a los melenudos yankees como era eso de dar vueltas a un circuito a la máxima velocidad posible. Joel Robert, Hakan Anderson, Roger de Coster… etc hacían cada cierto tiempo las americas, les daban un repaso a los yankees y de paso hacían caja. Nada en aquella época hacía pensar en que aquellos jóvenes que idolatraban a los grandes pilotos europeos un día acabarían por dominar el mundo del motocross. Y ese dia llegó en un soleado domingo californiano: Marty Moates gano el GP de USA de motocross en la legendaria pista de Carlsbad. Y todo empezó a cambiar. A los americanos les costó un mundo conseguir un título mundial de mx. Pero al final lo consiguieron. Dany Laporte y Brad Lackey vencieron en 1982 los campeonatos del mundo de 250 y 500 respectivamente.

El equilibrio de poder había cambiado sin que apenas nos diésemos cuenta. En 1986, en Maggiora, el equipo americano formado por Jonny O´Mara, David Bailey y Ricky Johnson demostró de forma brutal y abrumadora que el motocross americano estaba a un nivel infinitamente superior al europeo. El motocross ya era americano, y así siguió siendo durante años y años.

Sin embargo, el equipo americano, llegaba a esta carrera, de forma excepcional, como no favorito. Sin Carmichael (retirado para desgracia de todos aquellos que adoran este deporte), sin James Steward que esta tocándose los huevos en su casa demostrando su amor por este deporte, sin Alessi ni Villopoto (lesionados) el equipo americano que llegaba a Franciacorta era un equipo a todas luces batible.

A esto hay que sumar el hecho de que desde hace unos años, la superioridad del MX americano ha comenzado a quedar en entre dicho. Actualmente, pilotos como Chad Reed, como Pourcel, como Rattay, como Searle, como Ben Townley demuestran cada año que en el mundial de Motocross existen pilotos capaces de competir y vencer en igualdad de condiciones a la mayor parte de pilotos americanos.
El domingo por la mañana todo estaba preparado para una victoria europea. Un equipo italiano que en entrenos había metido mucho miedo. Un equipo francés, sin los Pourcel, pero que estaba mostrándose con un nivel y unas ganas que demuestran la grandeza del mx francés, y un equipo americano muy conservador y sin mostrar un excesivo potencial. Además, una serie de individualidades como la de Chad Reed (poco apoyado por Mecalfe y Byrne) y la brutalidad de un jovencísimo Ken Rockzen aseguraban una mañana dura para los americanos.

El domingo por la tarde, el Team Usa era de nuevo el vencedor del MX de las naciones. Mientras tanto, mientras los americanos celebraban su victoria, la moto de Tony Cairoli estaba prácticamente destrozada en los boxes, el magnífico Gautier Paulin iba camino de los servicios médicos y Chad Reed seguía preguntándose qué había pasado en esa primera curva de la última manga. El domingo por la tarde, un señor que se llama Roger de Coster, que además de ser uno de los pilotos más grandes de la historia (quizá el mas grande), es el mejor formador y concienzador de equipos de mx de la historia, sonreía tranquilo de nuevo.
El Mx des Nations 2009 ya forma parte de la historia del MX. Dentro de algunos años, cuando cuente mis recuerdos de la carrera, y la mayor parte de los detalles se me hayan olvidado habrá cosas que siempre seguirán frescas en mi memoria.

Posiblemente nunca llegue a olvidar la increíble forma de conducir de Chad Reed. Es simplemente increíble verle fluir en la pista. Todo lo hace fácil. No hay sensación de esfuerzo, no hay brutalidad. Solo perfección. Si veis la manga que se pego con Cairoli veréis que trazaban casi todo el circuito de forma completamente distinta. Dos estilos y dos formas completamente diferentes de hacer las cosas.

Posiblemente nunca olvide a ese jovencísimo equipo francés. Son la mejor muestra de que un equipo joven y con poca experiencia puede tener más fuerza, más sueños, y más valor que muchos pilotos consagrados. Los tres hicieron un gran trabajo. Los tres pilotaron de forma maravillosa a lo largo de todo el fin de semana. Y Gautier Paulin nos dejo completamente asombrados con todo lo que hizo encima de la moto.

Posiblemente nunca olvide a ese equipo americano, que en principio todos considerábamos un equipo de repuesto. Y cuando digo EQUIPO, me refiero a los pilotos, al equipo técnico que llevaban (impresionante ver a Mitch Payton, «bones» Bacon etc), a la forma de hacer las cosas a lo grande, a su absoluto convencimiento de que son los mejores le joda a quien le joda, a su entorno excepcional. Muchos equipos deberían aprender de su capacidad de lucha cuando llevan la bandera americana puesta en el pecho.

Me quedo en el recuerdo la imagen de Barragan tirándose a morir el primer triple del circuito que tan pocos pilotos se atrevían a realizar. Era la tercera manga, y Jonathan salía disparado hacia el cielo con la moto vertical, con el manillar en el pecho, y dejando a todo el mundo atrás. El sueño duro pocas vueltas. Pero nos hizo sentir felices y orgullosos. Y las vueltas que se pego Campano en entrenos a Rueda de Tedesco, mientras el americano se preguntaba quien era ese que le apretaba las tuercas sin esfuerzo aparente. Y me quedo con el trabajo de Cristian Oliva. Cada vez que salió a pista lo hizo un poquito mejor. En su última manga estuvo rodando realmente bien, y haciendo un muy buen trabajo. Es un muy buen tío, y tiene un gran futuro.

El MX de las naciones del 09 es ya parte de la historia. Y parte de los recuerdos de todos los que disfrutamos de él, en la pista, en la grada, o en la pantalla del ordenador (gracias Freecaster!!!!). El motocross es un deporte simplemente increíble. Y ya solo quedan algo más de 300 días para el MX des Nations 2010.

CLASSIFICHE
MX1-MX2: 1. A. Cairoli (ITA); 2. C. Reed (AUS); 3. R. Dungey (USA); 4. C. Desalle (BEL); 5. M. Musquin (FRA)

MX2-OPEN: 1. G. Paulin (FRA); 2. D. Philippaerts (ITA); 3. I. Tedesco (USA); 4. T. Leok (EST); 5. M. Musquin (FRA)

MX1-OPEN: 1. R. Dungey (USA); 2. S. Ramon (BEL); 3. D. Philipaerts (USA); 4. J. Barragan (USA); 5. S. Frossard (FRA)

CLASSIFICA FINALE A SQUADRE: 1. USA (Dungey-Tedesco-Weimer) punti 22; 2. Francia (Gautier-Frossard-Musquin) p. 30; 3. Belgio (Ramon-Desalle-Roelants) p. 39;


Texto y fotos: Buds

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